Introducción
En la actualidad, donde las disoluciones de pareja y proceso de divorcio son cada vez más frecuentes, surge una preocupación fundamental en la guarda y custodia de los y las menores. En este escenario, la trascendencia de las pruebas periciales psicológicas se hace presente y evidente, debido a que proporcionan una evaluación experta que puede ayudar al Juez o Jueza a tomar decisiones más idóneas que velen por el bienestar del hijo o hija menor y de la familia en su conjunto.
La prueba pericial
Destacar, en primer lugar, que los y las peritos son profesionales con conocimientos especializados que, en un procedimiento judicial, pueden aportar conocimientos técnicos que un juez no está obligado a poseer; lo que permite la apreciación de hechos o factores que de otro modo podrían pasar desapercibidos. Los resultados de su investigación se plasman en un dictamen pericial.
En nuestro sistema jurídico, la LEC – Ley de Enjuiciamiento Civil-, admite el dictamen pericial como una prueba más en un procedimiento judicial de divorcio, separación o guarda y custodia; en consecuencia, el valor que se le otorga es relativo. En otras palabras, los resultados ahí expuestos no son vinculantes para el Juez, sino que este podrá decidir si los tiene en consideración o no en virtud de las reglas de sana crítica. A la práctica, siempre será una herramienta más que nos ayude en el juicio a que nuestra petición tenga más fuerza ante el Juzgado. Apuntalando nuestra petición respecto a la guarda y custodia o régimen de visitas de nuestros hijos e hijas.
El papel de los peritos psicológicos en los procedimientos de familia
La prueba pericial psicológica en los procedimientos de conflictos familiares, como divorcios, separaciones o medidas paterno-filiales, tiene como objetivo principal proporcionar una información de carácter científico en el ámbito de la psicología infantil y las relaciones interpersonales.
De esta manera, se lleva a cabo una investigación del caso específico y se extrae información que puede ayudar al Juez o Jueza a establecer medidas más adecuadas para el bienestar del menor y con mayor adecuación a la realidad. Por tanto, el dictamen emitido por estos especialistas ofrece datos cruciales que pueden determinar la idoneidad de la guarda y custodia de los hijos, ya sea a favor de uno de los progenitores de manera individual o en forma de guarda y custodia compartida entre ambos. Asimismo, también evalúa, en su caso, la conveniencia del régimen de comunicaciones o visitas que se pretende.
Es importante mencionar brevemente que, pese a que la doctrina del Tribunal Supremo tiende a favorecer la guarda y custodia compartida, esta opción no en todos los casos se considera la más adecuada para garantizar el interés superior de los hijos menores. Por ello, el informe pericial puede tener MUCHAS trascendencia en el momento de orientar al juez en su decisión en un proceso de familia o matrimonial.
Proceso de la prueba pericial psicológica
Como se ha mencionado, lo que se pretende con esta prueba en los casos de derecho de familia es evaluar a las partes involucradas en un divorcio, separación o adopción de medidas paterno-filiales contenciosas, desde un enfoque centrado en aspectos psicológicos y conductuales. Esta evaluación no sigue un método concreto, aunque normalmente suele consistir en entrevistas con los afectados directamente, progenitores e hijos menores, y en observaciones de la conducta.
En el caso de los hijos menores, se han de adoptar técnicas de evaluación que sean acordes con su edad, su madurez y la capacidad de expresar de forma clara sus opiniones, ideas y sentimientos. Por tanto, si el o la menor cuenta con esta madurez también podrá ser entrevistado con el psicólogo, siempre teniendo en consideración la sensibilidad de la situación.
Se trata de utilizar técnicas que no sean invasivas y tratando de no crear un ambiente hostil para las partes implicadas y en sobre todo, para los hijos menores. Todo esto, sin perder la objetividad que los informes periciales detentan y centrándose en el que la finalidad de esta pericia es el de proveer información sea relativa al supuesto en conflicto desde una perspectiva del interés del menor.
Algunos de los criterios que los peritos psicólogos pueden de tener en consideración en el análisis de los procesos contencioso de familia son los siguientes:
- “La capacidad de los progenitores para el ejercicio de las funciones parentales
- La motivación (y si es genuina o no)
- La disponibilidad (obligaciones laborales, otras cargas familiares, estado de salud)
- Posibilidades reales
- Actitud respecto al otro progenitor
- Red de apoyo, familiar o social .
Esto permite obtener información valiosa de la familia y de las relaciones entre los miembros de la misma, lo que puede contribuir a una resolución más justa y equilibrada en el conflicto concreto, con relación al régimen de visitas o sobre la guarda y custodia.
La solicitud de la prueba pericial psicológica
La prueba pericial psicológica puede ser solicitada, según la LEC:
- a instancia del propio Juez, es decir, de oficio.
- o a instancia de alguna de las partes.
A la práctica, son muchos los progenitores que, asesorados por sus abogados o abogadas, ya, ab initio, solicitan esa valoración por parte de un perito psicológico, a fin de recabar no sólo la opinión de esa profesional sino también, cuando sus hijos e hijas tienen madurez suficiente, la opinión de éstos respecto a un sistema de guarda y custodia u otro. Pensemos que SIEMPRE debemos escuchar a nuestros hijos e hijas, tengan la edad que tengan.
Conclusiones
En resumen, la prueba pericial psicológica tiene un papel trascendental en los procedimientos de derecho de familia, ya que una evaluación experta desde un enfoque psicológico es de gran ayuda en el momento de toma de decisiones del Juez proporcionándole conocimientos sobre la dinámica familiar, conocimiento que le permitirá determinar qué solución es más beneficiosa para el menor. Se trata, por tanto, de una herramienta que habría que potenciar más debido al tipo de información y la orientación que puede llegar a proporcionar.
En todo caso, la mejor opción es consultar con nuestro letrado o letrada especialista en derecho de familia, para que nos pueda asesorar si estamos pensando en divorciarnos o separarnos y nos preocupa el futuro de nuestros hijos e hijas y el nuestro propio. Un buen profesional del derecho de familia, con mucha experiencia y alta especialización, sabrá asesorarnos de cómo afrontar nuestro divorcio, separación o ruptura de pareja.